Siempre decimos que para estar en forma debemos seguir al menos dos conceptos básicos, complementarios entre ellos. Por un lado está el ejercicio físico, que nos hará estar más activos y no cansarnos, así como evitar el tan perjudicial sedentarismo. Por otro lado también tenemos la alimentación, que debe ser lo más saludable posible, y es justo donde la mayoría se deja llevar y pierde la oportunidad de llevar una vida realmente sana, por preferir comer cosas que no son demasiado adecuadas para nuestro organismo, por todos los aditivos que llevan.
Es entonces cuando aparecen las dietas alternativas que, supuestamente, nos harán bajar rápidamente de peso y conseguir que volvamos a estar más sanos. Hay infinidad de ellas en la red y cualquiera puede acceder a estas dietas, que en muchos casos no están supeditadas a la recomendación de ningún médico o nutricionista. Nosotros hoy vamos a proponerte una que sí que es sana y saludable. Se trata de las dietas cetogénicas, así en plural, porque hay distintas versiones de este tipo de dietas, que se están dando a conocer en los últimos años por ser muy efectivas para quemar grasa y por tanto, bajar de peso y volumen.
Haz esta dieta si…
La dieta cetogénica se basa principalmente en la activación de la cetogénesis por parte de unas células especiales en nuestro cuerpo que actúan cuando hay poca reserva de glucosa en el organismo, para ir tirando de las reservas de grasa en busca de una fuente de energía. Evidentemente, eso hará que esas reservas de grasa corporal disminuyan y tengamos mucho más fácil lo de adelgazar y bajar también de volumen. La dieta cetogénica está pensada precisamente para eso, para disminuir la grasa corporal, y se considera muy positiva para los que quieran bajar de peso, comer más saludable o tener una mayor eficiencia física, todo ello combinándola con el ejercicio, por supuesto.
Algunos de sus beneficios
La principal característica de este tipo de dietas es el bajo porcentaje de carbohidratos que tomaremos, lo que hará que podamos perder peso de una forma mucho más rápida pero a la vez sana y equilibrada, evitando así el temido efecto rebote que se produce después de llevar un tiempo con una dieta poco cualificada. La eficiencia de las dietas cetogenéticas se ha demostrado en millones de personas, que gracias a ella han logrado perder bastante peso comiendo mucho más sano y lo que es más importante, aprendiendo a controlar su apetito, que es algo imprescindible para no volver a poner esos kilos de más.
El peso que perdemos con estas dietas es sobre todo debido a la disminución de la grasa corporal en nuestro cuerpo, una grasa que no es nada saludable y que tendremos que eliminar en tanto que podamos. Es también una dieta muy apropiada para eliminar la grasa visceral, la más peligrosa de todas, puesto que se adhiere a nuestras entrañas, a nuestros órganos internos especialmente en la parte baja del abdomen. De esta manera, otro de los efectos productivos de estas dietas es un menor riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares.
¿Qué comer y qué no?
Es seguramente la pregunta más importante que todos se hacen con respecto a la dieta cetogenética, y la respuesta es que se puede comer casi de todo, solo que en su justa medida, un concepto que deberíamos tener ya muy claro pero que hay gente que simplemente no es capaz de cumplir. Como decíamos arriba, el nivel de carbohidratos bajará sustancialmente en este tipo de dietas. Podremos comer carne, pescado, huevos, aceite y productos lácteos, así como mucha verdura, que será la base de nuestra dieta durante el tiempo que la sigamos.
Así mismo evitaremos los productos procesados como los refrescos, los embutidos o las patatas chips y otros snacks que no son ni mucho menos sanos y que por supuesto traen una cantidad desmesurada de carbohidratos. Así mismo hay que tener cuidado con el pan y el arroz y los cereales, porque pueden suponer también un aporte demasiado importante de carbohidratos. La fruta está a mitad de camino entre lo recomendable y lo que no, así que la tomaremos, pero sin abusar de ella, porque contiene mucha fructosa.
¿Puede ser una dieta peligrosa?
Lo cierto es que la dieta cetogénica es una de las más saludables que podemos encontrar hoy en día, aunque es verdad que puede suponer un peligro para ciertas personas por el simple hecho de que los carbohidratos son realmente necesarios para ellos. Por ejemplo, no se recomienda seguirla a las embarazadas, y tampoco a la gente que tenga problemas de diabetes. Así mismo, las personas con hipertensión deberían abstenerse igualmente de este tipo de dietas, porque pueden suponer un peligro demasiado importante para ellos.